jueves, 14 de enero de 2010

SEP no debe ser comparsa

Por: Edmundo Olivares Alcalá

La Secretaría de Educación Pública (SEP) no debe ser comparsa del gran negocio de la comida chatarra y debe prohibir su venta en todas las primarias y secundarias del país, ya que es considerada como el mayor causante de la obesidad entre las niñas y los niños de México.
LO anterior fue señalado por la diputada del PRD, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Maricela Contreras, y demandó a la dependencia federal a no titubear y establecer claramente la prohibición de la venta de comida chatarra en los lineamientos generales para el expendio de alimentos y bebidas en las tiendas o cooperativas escolares de los planteles de educación básica,
Comentó que en el proyecto de dicho documento sólo se emiten sugerencias y recomendaciones para la alimentación de los alumnos en los planteles educativos.
La prohibición está detenida por el gran negocio que representa y que está detrás de grandes empresas, pero no debe estar por encima de la salud de las niñas y niños.
La legisladora del Sol Azteca informó que México se encuentra a la cabeza de los países con la mayor cantidad de anuncios televisivos de comida chatarra según el informe de la organización Poder del Consumidor.
El reporte menciona que de 39 anuncios de televisión por hora, 17 corresponden al consumo de productos como chocolates, dulces, helados, y todo tipo de comida rápida, como hamburguesas, hotdogs, papas fritas, entre otras.
La Ley General de Salud y la de Radio y Televisión, establece prohibiciones para inducir al consumo de alimentos que distorsionan la alimentación.
Para Contreras Julián, el sobrepeso y la obesidad es un problema de salud pública, pues “datos de la Secretaría de Salud federal, indican que aproximadamente el 30% del presupuesto de salud en México se destina a la atención de los problemas relacionados con la obesidad, es decir, entre 12 y 15 mil millones de pesos al año”.
Se estima que existen en nuestro país cinco millones de niñas y niños obesos, de los cuales, el 30% corresponden a los alumnos de primarias que acuden al Distrito Federal.

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