Ley de voluntad Anticipada

Por: Edmundo Olivares Alcalá

Ante la desinformación que existe por parte de la sociedad sobre los beneficios que ofrece la Ley de Voluntad Anticipada, el diputado del PA, Jorge Palacios Arroyo consideró necesario que se difundan adecuadamente sus bondades, antes de que se discuta otra propuesta que atente contra la vida humana como la eutanasia.
El también integrante de la Comisión de Salud en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF, aseguró que el desconocimiento que existe entre de la ciudadanía se debe a la urgencia de algunos asambleístas por aprobar leyes al vapor sin que se informe antes a la población sobre sus ventajas.
“Hoy lo que debemos hacer como diputados, no es el buscar acortar la vida de los pacientes en etapa terminal; sino el de procurarles una muerte digna y sin dolor, una muerte de manera natural”, subrayó.
El diputado blanquiazul aseveró que la Ley de Voluntad Anticipada establece el derecho a que cualquier persona en pleno uso de sus facultades mentales determine ya no someterse a tratamientos médicos que prolonguen de manera inútil su vida cuando sufre un padecimiento mortal y se tenga una esperanza de vida menor a seis meses.
Palacios Arroyo calificó como ociosa la realización de foros para discutir la conveniencia de contar con una ley que apruebe la eutanasia en el DF, cuando existen verdaderos problemas que atender y que necesitan la participación de la sociedad.
En este sentido, dijo que no tiene caso realizar foros cuando no acuden aquellos que se manifiestan a favor, ni mucho menos los impulsores de la propuesta de Eutanasia. “En el primer foro acudieron especialistas y manifestaron que lo único que desean los pacientes en etapa terminal es seguir viviendo sin dolor” agregó.
Resaltó que dicha proposición no tiene futuro en la capital del país, ya que de inicio se tienen que hacer reformas al artículo 166 bis 21 de la Ley General de Salud que prohíbe la práctica de la eutanasia entendida como homicidio por piedad.
Finalmente, consideró que en el Distrito Federal no se pueden seguir aprobando leyes que atenten contra la vida humana, sin importar si son niños, adultos mayores o enfermos terminales, como se pretende con la propuesta de eutanasia.