martes, 9 de febrero de 2010

“Un tranvía llamado deseo”(Primera parte)

Por: Carlos Aguila Franco
En el Medioevo, Holanda tuvo una princesa llamada Marcela, que se transportaba en carruaje hacia los campos de esparcimiento y caza, a donde caminando podía llegar en siete minutos, pues su palacio estaba muy cerca, pero prefería llegar en el lujoso carruaje. Sin embargo, la reina del otro imperio que visitaba frecuentemente los mismos campos, llegaba en una lujosa barcaza porque en su reino había un lago. Esto causaba en la princesa Marcela la envidia y celo, por lo que ella no podía tener. La ambición, codicia y mezquindad de la princesa Marcela no podían quedarse atrás, y dado que en su propiedad no había lago de por medio para llegar a los campos de caza, exigió al rey crear un lago y comprarle una barcaza que superara en lujo a la de la reina vecina. A lo cual el rey le contestó: “el transporte capricho que me exiges nos costará todo el reino”.En este 2010, la historia se repite, pero ahora en la ciudad de México, 400 años después, el gobierno del DF, a cargo de Marcelo Luis Ebrard, en un nuevo capricho y ocurrencia, como los que han caracterizado a su administración desdel 5 de diciembre del 2006, pretende imponer el proyecto de un tranvía en el centro histórico, el cual en el 2008 canceló por falta de recursos financieros.El proyecto inició en diciembre del 2007, en el 2008 informó primero que costaría mil 200 millones y días después aumentó a mil 800. Los argumentos centrales eran que sería un tranvía con fines turísticos. En el 2009, afirmaron que sería para evitar la contaminación y ayudar al medio ambiente. Finalmente se canceló el proyecto por falta de dinero. Resulta que al inicio este 2010, retoman el proyecto, pero anunciando un costo de 17 mil millones de pesos, porque será a crédito y endeudar a la ciudad y los que en ella vivimos a pagar en 25 años.Importante conocer la realidad sobre este innecesario proyecto, dada la situación económica que se vive en el mundo, en México y que parece ser que el jefe de gobierno no se ha dado cuento o simplemente no le importa. A través de este reportaje daremos cuenta que este proyecto no tiene pies ni cabeza, y que Ebrard le miente a la ciudadanía, porque desde el 2008, el proyecto estaba contemplado que fuera a crédito y en plazo de 25 años, costando mil 800 millones. ¿Una mentira más, un negocio más?El capricho y ocurrencia inició el 7 de diciembre del 2007, como parte del programa de obras del Gobierno del Distrito Federal, anunciado para el 2008, en que “según” iniciarán los trabajos de construcción del tranvía que conectará Buenavista con Paseo de la Reforma y el Centro Histórico. Esto fue anunciado como a Ebrard le gusta, en eventos de nombre rimbombante e invitando a los medios de comunicación. En esta ocasión, el nombre del evento fue: “A un año de gobierno: conectividad y convivencia en la ciudad”, en el cual, Ebrard afirmó, que con ese proyecto se buscaría mitigar el impacto que tendría el tren suburbano: “Cuando se hizo el diseño de Buena Vista hicieron muy bien el plan inmobiliario, pero no la conexión al sistema de transporte público. Entonces la gente va a llegar al suburbano, se baja, hay muchas tiendas y sale a la calle y haber cómo le haces para llegar a donde tienes que llegar. Lo que estamos haciendo es conectar esa red a la de transporte público porque es nuestra obligación”, agregó.Nuevamente, el 21 de diciembre del 2007 volvió a resaltar la importancia del tranvía en el Centro Histórico. Llegó el 2008 y el proyecto seguía en veremos. Para principios de mayo, el gobierno capitalino, la Alianza de Tranviarios de México y otras instituciones académicas, “supuestamente”, trabajaban para definir el proyecto y trazar la línea, por donde pretendían cruzar, como parte del rescate del Centro Histórico y la ampliación de los medios de transporte público.Al respecto, quien está a cargo del Centro Histórico, Alejandra Moreno, antigua colaboradora de Manuel Camacho Solís como regente priísta de la ciudad de México, consideró importante que el trabajo del tranvía se analizara con profundidad y alternativas. Por su parte, el líder de la Alianza de Tranviarios de México, Benito Bahena, reconoció que desde hacía tiempo dialogaban con el GDF sobre este proyecto, sin que hasta la fecha se tuviera una ruta exacta. Agregando que había varias propuestas de rutas de tranvía y todas se analizaban, revisaban y discutían, a fin de elegir la correcta y realizar los trazos para ofrecer un mejor servicio.Destacando que desde el inicio de su administración, Marcelo Ebrard se comprometió a ponerlo en marcha, por lo que se preparaban las condiciones. Añadiendo que dependería de la ruta para determinar el número de unidades que se requerirán para prestar el servicio, así como definir la contratación de personal para operarlo.Pasados 7 meses del anuncio con bombo y platillo, nada sucedía del tranvía, como ha sido característica de la administración de Ebrard y sus antecesores perredistas, mucho planear, pero nada concretar. Pero eso sí, seguir hablando y hablando. Iniciando el mes de julio, volvían a retomar el tema, afirmando que el tranvía regresaría a la ciudad de México como un transporte eléctrico y ecológico, así como un medio turístico para visitar el Centro Histórico, sus museos, plazas y monumentos artísticos y culturales.Después de 36 años de su desaparición, el gobierno capitalino invertiría mil 200 millones de pesos para poner a circular nuevamente en las calles del DF los trenes que tendrían una vida útil cinco veces mayor a la de un autobús, es decir de poco más de 30 años, con la ventaja de que un vagón de tranvía desplaza en promedio 170 vehículos particulares o 10 microbuses. Y anunciando que el 1 de julio, Marcelo Ebrard haría la presentación en la plancha del Zócalo del proyecto, las unidades, la estación prototipo, la ruta y las conexiones y ventajas que tendría este sistema de transporte, el cual contemplaba un costo del boleto de cinco pesos por persona.La Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda y de Transportes y Vialidad, daba a conocer que el recorrido planeado para el tranvía sería de Buenavista al Zócalo capitalino, conectando a los usuarios con el Tren Suburbano, la línea 1 del Metrobús en Insurgentes y estaciones de las líneas 1, 2, 3 y 8 del Metro. Asimismo, la ruta trazada tendría puntos de interés como la terminal Buenavista, Museo de San Carlos, Monumento a la Revolución, Plaza de la República, Palacio de Bellas Artes, Torre Latinoamericana, Catedral Metropolitana y los museos ubicados en la calle de Francisco I. Madero.Al hacer la presentación del proyecto, resultó que ya no serían mil 200 millones, sino mil 800 y que estaría listo en dos años. Marcelo Ebrard reconoció que aunque el proyecto resultaba “caro” “la ciudad se lo merece”. De acuerdo con el proyecto Tranvía de la ciudad de México, los 12 trenes con los que contaría el nuevo transporte comunicarán la zona de Buenavista con el Centro Histórico, a través de 28 estaciones a lo largo de 10.8 kilómetros. En total serán 12 unidades, con dos vagones cada una, las que darán el servicio que también se considerará turístico, y en las que diariamente se trasladarán 50 mil pasajeros, con una con capacidad de 70 personas sentadas y 170 de pie. Prometiendo que la Línea 1 del tranvía se licitaría en dos meses y sería construida a través del programa de Pago por Servicio, por lo que el gobierno capitalino tendría que aportar una renta mensual, aún por definir, a lo largo de 25 años, y ésta dependería de la calidad en el servicio y el mantenimiento que brinde la empresa ganadora. El secretario de Finanzas del DF, Mario Delgado, señaló que la licitación descartó dar una estimación de la tarifa que se cobraría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario