Por: Chrysto A. Francis
Sin lugar a dudas, los paneques están metidos en un severo problema que puede agudizar su ya de por sí precaria presencia entre los electores, o séase que las cosas se les están poniendo color de hormiga. Con todo y el engendro, perdón, la coalición que negoció el ilustre neo ideólogo o séase el nuevo gurú César Nava, los resultados pueden ser más catastrofistas que el año pasado. Para decirlo de mejor manera, staka braown. Los efectos de la lucha contra el crimen organizado han generado tremendo desgaste a instituciones como el Ejército y la Marina y los ciudadanos ya están hasta la mádere de que la estrategia gubernamental tenga por resultados sangre y más sangre.Lo peor de todo es que en amplios sectores de la población se presenta la añoranza del pasado, aunque no se ha comprobado que haya sido cierta la negociación con el narcotráfico, porque Estados Unidos no hace nada por detener el consumo entre su población, porque tanto blancos como azules, cafés y amarillos, se meten lo que pueden por los orificios del cuerpo, y no precisamente de eso que les gusta a los que practican “el gato en reversa”. Lo único que ha logrado México es llenar de cadáveres todo el territorio nacional.Por eso se alborotan los partidos políticos, hoy más que nunca alejados de las causas populares, incluido el blanquiazul y a gritos y sombrerazos hacen un llamado al Presidente para que haga un alto en el camino, y analice, reflexione, sopese, haga cuentas y evalúe, hasta dónde el empecinamiento, que no estrategia de combate, ha dado resultados. Los representantes populares blanquiazules ya no tienen elementos para seguir argumentando a favor del gobierno federal, porque ya se acabaron el catálogo de dislates, como es el caso del senador Guillermo Tamborell, quien se atrevió a afirmar que la estrategia antinarco del presidente Calderón, además de que sí funciona, impidió que a los niños y jóvenes del país se les proveyera de 80 dosis de droga al año.El brillante representante del Pacto Federal da por hecho que nuestros hijos son potenciales consumistas, pues a lo mejor piensa que todos son como los senadores o como directores de periódicos mafufos, pero lo único que pone en evidencia es la carencia de una estrategia de disuasión por parte del Gobierno Federal, que se ha centrado únicamente en el combate violento atreviéndose a criticar la poca voluntad del gobierno norteamericano por realizar este tipo de campañas entre sus consumidores de droga. Para decirlo de otra forma, ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. La misma actitud es retomada por sus compañeros legisladores, con lo que se confirma que están cortados por la misma tijera, quienes acusan a las demás fuerzas políticas representadas en el Congreso de no solidarizarse y apoyar la lucha del gobierno contra el crimen organizado.No fueron lejos por la respuesta, pues el primero que brincó fue el diputado tricolor David Penchyna, quien les restregó en la cara que al inicio del actual sexenio había 6 mil policías federales en servicio y en la actualidad suman 26 mil oficiales, lo cual se debe a que la Cámara de Diputados ha aprobado los presupuestos que dan sustento a este incremento. O séase que son un tzingo y dos montones. Por si fuera poco, en tres años, de un presupuesto de 6 mil millones de pesos, en 2010 pasó a 36 mil millones de pesos, además de que se han incrementado los recursos de operación del Ejército, lo que sigue queriendo decir que se les ha dado un tzingo y dos montones de dinero.Desde el momento mismo en que el “Preciso” hace un llamado a la recomposición social, es que acepta la descomposición, y efectivamente sólo se podrá paliar a través de la instrumentación de programas sociales. El problema es que hasta ahora todos los que se instrumentan vía la Sedesol derivaron en un rotundo fracaso, al grado de que en menos de tres años se generaron casi siete millones de pobres más. No se si sea producto de la mala suerte, pero si de algo estoy seguro es que un burro, y que me perdonen los burros por el atrevimiento que me tomo, lo haría mejor. A ver si no hacen una manifestación en la sede de este prestigiado medio de comunicación a base de rebuznos. Los funcionarios por supuesto. De cualquier forma les saldría mal ya que ni siquiera se saben la tonada.Así como podemos considerar que la estrategia de combate al crimen organizado ha fracasado, también ocurre lo mismo con los programas sociales, pero difícilmente aceptarán que son ineficientes porque andan en campaña y de lo que se trata es de seguir engañando a los electores. Los atentados contra blancos civiles como los ocurridos en Ciudad Juárez y Torreón nos dicen que aparte de star ka brown, también sta de la tzin gada, afamados personajes norteamericano y chino.La soberbia es mala consejera, y no ofrecen disculpas a los del michoacanazo, porque sienten que a lo mejor les agarramos ojeriza. Lo único que me encaborona es que con el asunto de Cabañas de inmediato salieron a opinar y a comprometerse a solucionar el problema, pero cuando mataron a los niños de Ciudad Juárez, aparte de tacharlos de delincuentes después de 48 horas hicieron su numerito. Por cierto, Marcelo Ebrard no promoverá la extinción de dominio en el Bar Bar, porque ahí es donde se echa sus copitas el procurador Mancera. Que se jodan los jodidos, porque a los poderosos ni los tocan. He dicho bastante muino. Ora sí vale pa pura tzingada.
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