25.5 millones de personas en la economía informal

Por: Edmundo Olivares Alcalá

Aproximadamente 25.5 millones de personas en México se desempeñan en la economía informal ya que representa una alternativa de subsistencia ante la incapacidad del modelo de desarrollo para generar los empleos suficientes y bien remunerados que demanda una población en constante crecimiento.
La diputada del PRD; en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), Edith Ruiz Mendicuti, pidió a los gobiernos federal y local, impulsar acciones para hacer valer una política económica realista que provea espacios ordenados.
En conferencia de prensa, acompañada de líderes del comercio ambulante en Iztacalco, la legisladora precisó que a través de la regulación del comercio informal se puede ofrecer una actividad sana en términos económicos.
Enfatizó que cerca de 76 mil capitalinos se sumaron a este sector de la economía entre julio del 2008 y julio del 2009 para pasar de un millón 11 mil a un millón 87 mil, de acuerdo con la encuesta nacional de ocupación y empleo realizada por el INEGI para el segundo trimestre para el año 2009.
Agregó que ello significa que el 28% de la población económicamente activa en el Distrito Federal que actualmente es de 3.8 millones de personas, se dedica a actividades informales mientras que a nivel nacional el porcentaje es de 25,4% en promedio.
Sostuvo que es necesario aprovechar los espacios públicos que están totalmente desaprovechados, establecer días y horarios para ocuparlos, ya que los gobiernos deben retomar nuevamente su obligación de construir mercados públicos, porque sin éstos, obviamente la población seguirá buscando los sitios en donde tenga un empleo o pueda adquirir mercancías.
Añadió que estas medidas son un compromiso que no solamente le compete a las autoridades, sino debe ser parte de la organización de la ciudadanía, porque ellos son los principales beneficiados con su implementación.
Consideró que en el Distrito Federal se registró un año difícil a consecuencia de la crisis más severa en las últimas décadas, la que se recrudecerá en el 2010, al limitar el poder adquisitivo de los habitantes de la ciudad, ante los incrementos de los servicios y canasta básica a principios de año por el Gobierno federal.