sábado, 27 de febrero de 2010

Año 2, semana 62, del 27 de febrero al 5 de marzo de 2010Edicion 69
www.elpuntocritico.com
(Pagina 14)
A PRODUCTO DE GALLINA
OTRO CASO QUE HUELE A CORRUPCIONPor: Vladimir Galeana Solórzano
Me cae que aunque no quiera hacerla de tos las circunstancias me obligan. Estoy convencido de que soy algo así como un paladín de los desprotegidos, por eso saco de mi ronco pecho mi estentórea voz para denunciar otra injusticia más y quizá otro ejemplo de la corrupción que hay en la aplicación de la justicia en el Distrito Federal. Sé que esto que digo no le gustará nadita al presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, Edgar Elías Azahar, pero me vale, porque si lo arregla tendré que decir que ya se concientizó, y si no lo hace seguiré pensando que todos los jueces que ahí laboran son de su misma calaña.Hace casi un año José Luis Romo Trujano cometió un acto de barbarie, y lo peor es que lo hizo con premeditación, alevosía y ventaja. Estaba alcoholizado, o séase que iba hasta la mádere, como placa de tráiler, cola de avión, o pompas de teibolera, o séase hasta atrás. Cuando un policía que tuvo la desgracia de estar en el lugar equivocado a la hora equivocada, y cometió la osadía de marcarle el alto para que le realizaran una prueba de alcoholismo, no sabía que el etilizado sujeto que conducía una camioneta lo había sentenciado a muerte.Con todo y lo que se diga acerca de la pérdida de conciencia de aquellos que ingieren lo mismo que ingiere el residente de los pinoles, el señor Romo Trujano sabía que tendría que pasar cerca de 36 horas tras las rejas, en “El Torito”, por lo que decidió hacer pagar cara la osadía de quien le marcaba el alto y decidió embestir, con todo y sus consecuencias, con su vehículo al representante de la ley.Luis Fernando Corona Mercado era un hombre de 43 años, en plenitud de sus facultades, pero la necesidad de mantener a su familia lo llevó a darse de alta en la policía del Distrito Federal, esa que lidera el experto en huídas ante turbas encaboronadas, como es el caso del señor Manuel Mondragón y Kalb. Trabajaba un día sí y otro también como cualquier hombre que se precie de ser un hombre decente aunque trabaje de policía. Pero para su desgracia y la de su familia se topó con un sujeto arbitrario que decidió que él no tenía por qué cumplir con la ley y sujetarse a la revisión de su alcoholizado aliento.José Luis Romo Trujano observó a quien le marcaba el alto y le dio coraje que un sujeto vestido de azul se atreviera a tanto. En cuestión de segundos tomó la decisión de pasarle por encima, como la toman todos los que ven agredidos sus intereses y se sienten poderosos o por encima de los demás. Romo Trujano tenía ganas de llegar a dormir la mona y sus planes se veían amenazados por la osadía de Luis Fernando Corona Mercado y como dije antes, intentó literalmente pasarle por encima con todas sus consecuencias. Lo que nunca esperó es que el golpe que le propinó al oficial Corona Mercado lo haría aferrarse al vehículo para evitar que le pasara por encima. No conforme con ello siguió adelante en su propósito de evitar que le practicaran la prueba de alcoholismo y decidió que con todo y ello había que huir del lugar de los hechos.En su loca carrera para evitar que los gendarmes que lo perseguían lo detuvieran, y pese a observar que el oficial Corona Mercado se aferraba al cofre del vehículo intentado salvar su vida, después de recorrer casi un kilómetro de distancia terminó por empotrarse en un monumento de Juan Pablo Segundo, ubicado frente a la nunciatura apostólica. Luis Fernando Corona Mercado pagó con su vida la osadía de marcarle el alto a un sujeto borracho. José Luis Romo Trujano fue consignado ante un juez penal por homicidio, quien lo sentenció merecidamente a purgar 21 años de cárcel, pero tras once meses de reclusión salió en libertad, siendo recibido festivamente por familiares y amigos como si hubiera realizado una hazaña.Si este es el tipo de justicia que se logra en los tribunales del Distrito Federal espero nunca caer en las manos de este tipo de jueces que cambian la clasificación del delito a conveniencia, ya sea porque así se los indican o porque les llegan al precio. Por eso conmino al señor Edgar Elías Azahar a que de inmediato revise el caso y destituya al juez que liberó a un homicida con agravantes. No fue un caso de imprudencia, fue premeditado. De no hacerlo estaré cierto de que la justicia se puede comprar en la Ciudad de México.
Avanza chatarrización
Edmundo Olivares Alcalá
El titular de la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi), Armando Quintero, será demandado penalmente por organizaciones de taxistas y de autos particulares, por la “chatarrización”, que sólo servirá para ocultar el robo masivo que ha realizado al desmantelar los autos remitidos al corralón por faltas al Reglamento de Tránsito.Al mismo tiempo, la Setravi informó que finalizó el plazo de un mes, del 22 de enero al 22 de febrero del presente año, para que los titulares de los derechos de propiedad o posesión de los vehículos chatarra, retiraran las unidades, taxis o particulares que se encuentran en los depósitos vehiculares del Distrito Federal, previa acreditación y pago de los adeudos correspondientes.Es un verdadero abuso que comete el Gobierno del Distrito Federal (GDF), al cobrarles a los automovilistas, miles de pesos, por retirar sus unidades de estos corralones.Lo anterior fue explicado por los diputados del PAN y PRI de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), a “El PUNTO CRITICO”, Federico Manzo y Leobardo Urbina Mosqueda.Coincidieron en señalar que la Setravi ha convertido en una mina de oro el programa “chatarrización”, primero, de esa forma ocultará el desmantelamiento de los autos que se lleva al cabo en los corralones de la ciudad de México. Y segundo, porque en nada ayudan a los taxistas para cambiar de auto.Explican los diputados que un vehículo conducido por una grúa al corralón va con todas sus partes y después de tres días, porque la gente no tiene dinero para sacar la unidad, es desmantelada, les roban las llantas, los vidrios, las refacciones, asientos y otos accesorios.No obstante de que estas anomalías se han denunciado ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), inexplicablemente, queda archivado, no hay investigaciones y se protege a los encargados de los corralones.Durante en el tiempo que otorgó la Setravi a los propietarios de los autos para retirarlos, solo se presentaron 94 propietarios a solicitar información referente a sus vehículos, pero al ver que la multa era hasta tres veces más que el preció de la unidad, determinaron por abandonarlos.Señala la Setravi que la sanción en días de salario mínimo general vigente es de $57.46De acuerdo al informe, sujetos que fueron remitidos a los corralones, y que sus unidades estuvieron por 350 días, fueron 85 propietarios y la multa era de 20 mil 111 pesos.Autovilistas que dejaron sus autos 220 días, fueron cinco propietarios y la multa fue de 28 mil 730 pesos. Por 120 días, dos propietarios pagarían una multa de 6 mil 896 pesosLa cantidad menor a pagar de las personas que solicitaron información es de 42 mil pesos. La cantidad mayor a pagar es de 151 mil pesos.Sólo el propietario de un vehículo Tsuru 2008, cuyo monto es de 49 mil pesos, mostró interés en retirar su unidad, sin embargo, no lo hizo.Los autos que fueron remitidos en el 2003, fueron 4 vehículos y del 2003 al 2010 pago aproximado de derecho de piso $132, 000; 2004, 29 vehículos, y del 2004 al 2010 pago aproximado de piso $113, 800; 2005, 13 vehículos, del 2005 al 2010 pago aproximado de derecho de piso $ 94, 900Asimismo el año 2006 fueron remitidos 16 vehículos y del 2006 al 2010, el pago fue de $75, 900; 2007, 21 vehículos, del 2007 al 2010, pago $56,900; 2008, 11 vehículos, del 2008 al 2010, el pago de $ 37, 900.Sobre la chatarrización de taxis, los legisladores de la Comisión del Transporte de la ALDF, dijeron que ésta representa otra “mina de oro”, para las diferentes armadoras de autos.Explotan “la veta”, al incluir a particulares y taxistas, ofreciendo 15 mil pesos por unidad con 10 o más años de antigüedad, para adquirir una nueva, que finalmente, al concluir el pago se darán cuenta que éste no tiene nada de beneficios.Al mismo tiempo, la Secretaría de Transporte y Vialidad (Setravi), ha utilizado este programa para beneficio propio, porque en nada ayuda a los taxistas, sino todo lo contrario.Las armadoras en contubernio con la Setravi, directamente con Armando Quintero, han hecho un gran negocio. “Cambiar tu taxi viejo por uno nuevo es tan fácil como decirlo. Con el Programa Taxiestrena NAFINSA adquiere una unidad nueva y recibe apoyo para el enganche a cambio de otra unidad con 10 o más años de antigüedad.Este es un programa de financiamiento creado para renovar el parque vehicular de taxis en el Distrito Federal, para propietarios de taxis con unidades de 10 años o más de antigüedad con acceso a chatarrización. Es posible hacerlo con unidades de menos de 10 años, pero sin recibir subsidio para la adquisición de una nueva unidad.El titular de la dependencia, Armando Quintero Martínez, recordó que en el 2010 no podrán circular unidades en mal estado, ya que “la ciudad, los pasajeros y el medio ambiente no aceptan postergar estas acciones”.Para el Programa de Sustitución de Microbuses 2007, el GDF cuenta con un fondo de 20 millones de pesos, se les otorga a los transportistas un bono de chatarrización de 100 mil pesos, monto equivalente al 10 por ciento del total de la unidad, que les ha servido a concesionarios para dar el enganche de su nueva unidad.

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