Dictamen

Por: Edmundo Olivares Alcalá

Los trabajos de mantenimiento y restauración de las fachadas norte, oriente, poniente y sur del edificio nuevo del Gobierno del Distrito Federal (GDFG), ubicado en Plaza de la Constitución, debido al riesgo que significaba para los transeúntes algún desprendimiento de la cantera y cemento de los balcones.

El gobierno solicitó la intervención del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que emitiera el dictamen y permiso correspondiente para retirar los recubrimientos que estaban sueltos de las fachadas y colocar el tapial de carácter preventivo, el GDF emprendió los trabajos que tendrán una duración de ocho meses.

Las acciones del programa de rehabilitación ayudarán a prevenir accidentes ocasionados por daños generados en la cantera de la fachada del inmueble ubicado frente a la plancha del Zócalo capitalino.

La Dirección General de Administración de la Oficialía Mayor del GDF informó que en su dictamen el INAH concluyó que el estado general de los materiales de la cantera gris en las cornisas de los diferentes niveles presenta un deterioro altamente severo.

En dicho dictamen se especifica que se encuentran en las mismas condiciones de deterioro los pináculos, pretiles, balaustradas y torreones del edificio, así como la parte superior de la arcada, donde se ubican los balcones soportados en las cornisas.

El INAH determinó que se encuentra dañado el tezontle de los laminados que recubren los muros al exterior y el cemento de las bases de los balcones que corren a lo largo de las cuatro fachadas mencionadas en el primer nivel.

El eificio nuevo posee un gran valor cultural para la ciudad no sólo por lo anterior, sino porque fue el sitio en el que se asentaron las casas del Mayorazgo de Guerrero y de la mujer del Tesorero Alonso de Estrada durante el siglo XVI.

El primero de los personajes tenía entre sus apellidos el de Flores, por lo que el portal de estas casas tomó el mismo nombre. En este lugar, además se instalaba en la época un mercado de flores.

En 1935 los arquitectos Federico Mariscal y Fernando Beltrán llevaron a cabo el proyecto para la edificación del Departamento Central, el cual se comenzó a construir en 1942.

De acuerdo a los registros históricos, al abrirse las zanjas para la nueva cimentación, se encontraron restos de construcciones prehispánicas y restos de cimentación colonial.

Un aspecto relevante sobre su edificación es que la UNESCO declaró al Nuevo Edificio del Gobierno del Distrito Federal, el 11 de diciembre de 1987 como Patrimonio de la Humanidad, por lo que se incluyó dentro del Catálogo Nacional de Monumentos Históricos Inmuebles del Centro Histórico de la Ciudad de México.